Si bien, esto no es una limitante para construir un jardín con características japonesas, acá te mencionamos aquellas que generalmente suelen ser encontradas en lugares como este. Recuerda, la ubicación de cada una de ellas dependerá no sólo de las áreas que tengan más relevancia dentro de este lugar para ti, sino también de cómo confluyan con otros elementos que estén en el sitio.
Las más comunes son:
Bambú Común
Arbusto de tallos muy largos. Puede alcanzar alrededor de los 15 metros de altura y los 9 cm de grosor. Posee hojas numerosas, lanceoladas y de color verde al igual que el tallo, por lo que puede utilizarse como un seto alto. Resiste hasta los -18 grados centígrados. Puedes ubicarlo a cierta distancia de otras plantas (5 metros mínimos), en un área cuya iluminación sea de poca sombra, sobre todo en las mañanas.
Arce Japonés
Bastante conocido dentro de cualquier jardín en Japón. Posee hojas palmeadas con lóbulos delgados, cuyos colores van desde el verde, hasta el rojo y el amarillo dependiendo de la estación del año. En invierno pierde su follaje, empero, no por deja de ser un árbol imponente y con una gran presencia visual.
Crece en climas templados y que poseen una alta humedad, así mismo, requiere de un sustrato ligeramente ácido para su crecimiento. Algunos tipos que podemos encontrar de este árbol son: Inaba Shidare, Octopus, Seyriu, Flavescens y Hearbeat. Soportan hasta los -18° centígrados de temperatura.
Hosta
Conocida por su escasa altura (un máximo de 50 cm de alto), lo que resalta en esta planta son sus hojas que se disponen en forma de roseta mientras crece, muriendo en invierno y brotando de nuevo en primavera desde sus rizoma, siendo una especie bastante recomendada para cubrir algunos espacios previamente elegidos dentro de tu jardín.
Además de ser una planta de sombra o semi sombra, es capaz de resistir hasta los -7° centígrados, tomando en cuenta que el suelo debe ser ligeramente ácido. Requiere de un mantenimiento continuo sobre plagas ya que, los caracoles y las babosas suelen ser animales que les gusta alimentarse de la misma. En el siguiente enlace, te mencionamos algunos consejos útiles para prevenirlos:
Enebro Chino
Es un arbusto que puede alcanzar desde 1 metro de altura hasta los 20 metros. Durante su desarrollo es una planta bastante delicada, y se caracteriza por tener hojas en forma de agujas de 5 a 10mm en su etapa joven y como escamas en su etapa adulta de 1,3 a 3mm; las cuales, forman parte de un follaje denso que puede ser de color amarillo o verde dependiendo de su tipo o variedad.
Requiere de abundante sol y de un clima templado para su crecimiento a pesar de la atención que requiere, soportando heladas de hasta -15° centígrados. Como especie ornamental, es ideal en parques y jardines, siendo incluso utilizada incluso como bonsái.
Camelia
Árbol pequeño de características perennes o con una duración de más de dos años. Generalmente se poda antes de alcanzar los 2 metros cuando se cultiva de forma doméstica. Es capaz de alcanzar desde 1 metro de altura a los 9 metros.
Las flores suelen ser bastante llamativas en este arbusto, siendo de color blanco- amarillento con medidas de 2 a 4 cm de diámetro. Por otro lado, los usos de este arbusto son amplios, ya que de él puede elaborarse té verde, negro, blanco, rojo, amarillo, oolong, entre otros de acuerdo al grado de oxidación al que se expongan sus hojas durante su procesamiento. Al mismo tiempo, al prensar sus semillas puede obtenerse aceite de camelia, el cual no debe ser confundido con el aceite de árbol de té. Es considerada dentro de la medicina tradicional China como una de las 50 hierbas esenciales.
En cuanto a su desarrollo, requiere de suelos alcalinos o con un ph entre 4 y 6, cuyo sustrato sea rico en materia orgánica. Este último debe estar abonado antes de su cultivo ya que aportará mayores nutrientes durante su crecimiento. Son capaces de soportar climas con temperaturas de hasta -5° centígrados.
Cerezo japonés
Uno de los árboles más emblemáticos del país del sol naciente. Es del tipo caducifolio, perdiendo sus hojas en invierno y floreciendo en primavera, la cuales, crecen en grupos y son de un color blanco rosáceo. Suele tener un tronco recto y abundante follaje fuera de la estación invernal, alcanzando alturas de hasta 10 metros.
El sakura, como también suele llamársele, es un elemento simbólico dentro de la cultura japonesa, el cual posee múltiples significados a nivel histórico y en lo cotidiano. Las recepciones solemnes debajo de este árbol al llegar la primavera denominadas Hanami es algo común en este país. En ellas, las personas se reúnen para compartir alimentos y reflexionar sobre la naturaleza efímera de la mortalidad y la vida, tomando en cuenta que el período de florecimiento de esta planta es bastante corto.
Con relación al crecimiento, requiere de climas templados, suelos bastantes fértiles y con un buen drenaje para evitar la acumulación de agua en los mismos. No obstante, la humedad continua es necesaria en el ambiente para un desarrollo saludable. Pueden situarse en lugares soleados y con poca sombra y son capaces de soportar temperaturas de hasta los -18° centígrados.
Flor ave del paraíso
Planta herbácea de cultivo extensivo con fines generalmente ornamentales debido a la peculiar forma que presenta su flor, la cual surge por encima del follaje en la estación de verano. Es asimétrica y posee una coloración naranja y amarilla, siendo llamativa una vez alcanza su maduración. Su tallo es un falso tronco con alrededor de 30 cm de grosor, alcanzando una altura total de hasta 1 metro de alto.
Necesita una iluminación intensa de al menos, 3 o 4 horas diarias, requiriendo también un riego moderado y una humedad relativamente normal. El sustrato debe tener un buen drenaje para evitar la acumulación excesiva de agua, sin embargo, es capaz de soportar temperaturas de hasta – 2 grados centígrados. Regiones tropicales y subtropicales son ideales para este tipo de planta.
Glicinia
Este arbusto leñoso de hábitos trepadores, es común en los jardines japoneses con abundante vegetación. Su espeso follaje de color violeta, azul o blanco es un símbolo característico, sobre todo en primavera que es cuando brotan racimos de hasta 30 cm de longitud de él. Su tronco puede alcanzar una altura de hasta 10 metros, tolerando la poda y haciendo sencillo el control de su crecimiento.
Generalmente requiere de espacios sombreados, sustratos ligeramente ácidos y con abundante nitrógeno si se usa abono orgánico, ya que acentúa el crecimiento y vigorosidad del follaje. Sin embargo, es importante aportar otros nutrientes como fósforo y potasio al sustrato para un desarrollo equilibrado, sobre todo en etapas tempranas. Al igual que otros árboles del Japón, requiere de un clima templado con una humedad alta, siendo capaz de soportar por otra parte, temperaturas de hasta -18° centígrados.
Sigue leyendo más sobre jardines japoneses:
