¿Qué tomar en cuenta antes de construir un huerto?

A la hora de iniciar un huerto doméstico, muchos principiantes o aficionados a la jardinería no saben por dónde comenzar a construir estos espacios. A continuación, te decimos qué tomar en cuenta a la hora empezarlo desde la comodidad de tu espacio:

Semillas

Lo primero que deberías elegir antes de iniciar tu huerto. Como te mencionamos en líneas anteriores, seleccionar los víveres correctos de acuerdo al clima y al espacio que tengas disponible, hará de tu cultivo un lugar frondoso y exitoso.

La elección acertada de semillas te permitirá diseñar y escoger los materiales idóneos para la elaboración del huerto en función a lo que necesiten tus alimentos mientras crecen, por lo que es de suma importancia encontrar las apropiadas.

De acuerdo Jolene Hansen, especialista en horticultura y redactora del sitio web Gardentech.com, las siguientes frutas y vegetales son de fácil cultivo para iniciar un huerto, lo cual te permitirá iniciarte rápidamente en la jardinería si buscas realizar esta actividad con fines terapéuticos o recreativos: Pimientos, moras, frambuesas, repollos, pepinos, ajos, fresas, tomates, calabacines y calabazas. Si bien son plantas asequibles para la siembra, recuerda que todas ellas requieren de un grado de atención.

 

Iluminación (indoor/ outdoor)

Este elemento es de suma importancia mientras planificas la ubicación de tu huerto. Si el terreno no cuenta con la iluminación correcta sea por medio de la luz artificial o natural, las plantas que cultivas tendrán deficiencia de nutrientes una vez alcancen la madurez, haciendo que sus flores, hojas y frutos luzcan enfermas.

Por ello, te recomendamos que les proporciones una fuente de luz en exterior (outdoor) que se mantenga durante unas 3 a 4 horas como mínimo, ya sea de forma directa o parcial durante el día, puesto que ayudará considerablemente al crecimiento de las plantas, sobre todo en sus primeros meses de desarrollo.

En este sentido, toma en cuenta que este aspecto varía de acuerdo a los períodos o estaciones del año, por lo que debes estar atento a tu calendario a finales de cada ciclo para ajustar del mismo modo, la exposición a tiempos de sombra.

En cuanto a iluminación artificial refiere, debes recordar que cada farola o bombilla emite una cantidad de calor de acuerdo a los watts que posee. Por ello, es necesario que ajustes esta particularidad para tu huerto indoor, sea que su ubicación este dentro de casa o en un almacén, puesto que si el cultivo no recibe la cantidad de luz correcta o bien, recibe calor en exceso, podrías arruinar la cosecha. Por otro lado, si no adquieres un tipo de lámpara acorde para este tipo de actividad, esto también podría afectar tu cultivo considerablemente.

Por lo general, las plantas en estos tipos de huertos reciben una iluminación de 5 horas como mínimo, ya que las mismas tardan mucho más en comenzar su proceso de fotosíntesis dependiendo de la intensidad de luz que reciban. No obstante, esto dependerá del tipo de fruta, verdura o legumbre que desees cultivar en dichos espacios.

 

Temperatura

Como todo lugar o terreno que albergue algún tipo de planta, estar atento a este factor climático es de suma importancia si queremos que nuestro huerto tenga éxito. Ten presente que al igual que la iluminación, esta característica dependerá del período o estación del año así como de tu ubicación geográfica, por lo que es aconsejable que tengas una idea de la temperatura promedio anual del lugar antes de situar o comenzar a construir tu espacio para la siembra o cultivo de víveres.

 

Estación del año/ clima

Como ya hemos mencionado, cada época o estación del año trae consigo una mayor o menor humedad en el ambiente, incremento o disminución de los rayos UV, aumento o descenso de las precipitaciones, corrientes de aire más veloces o de formas más interrumpidas; temperaturas más elevadas o menguadas, así como un sinfín de otros factores que deberían tomarse en cuenta a la hora de establecer un huerto de la forma correcta.

No obstante, con tan solo prestar atención a la transición de una estación o período climático mediante un calendario es suficiente, ya que esto nos indicará si debemos reducir la iluminación de nuestro cultivo en días calurosos, guarecerla en tiempos de lluvia, extraer sus frutos antes de temporadas frías, etc. Lo importante en este sentido, es que puedas planear tu cosecha de forma inteligente y tomar las previsiones correspondientes a tiempo.

 

Espacio(metros cuadrados)

Uno de los aspectos que debemos establecer primordialmente a la hora de incursionar en la jardinería se trata del espacio que emplearemos para esta actividad. Y, a la hora de construir un huerto, es imprescindible conocer de cuántos metros cuadrados disponemos para cultivar nuestras plantas. Así mismo, la distribución equitativa de estas últimas a través de una separación que no irrumpa el crecimiento entre ellas, es vital durante la planificación de nuestros terrenos regadíos.

Por otra parte, si establecer la división entre las plantas es importante, también debe serlo la supervisión del área durante la fase de cultivo, ya que esto nos permitirá evaluar que tan saludables crecen nuestras frutas, legumbres y verduras, cuánta agua o iluminación necesitan, así como otros aspectos como control de plagas. En este sentido, el empleo de herramientas que te ayuden a desarrollar estas tareas antes y durante el proceso de siembra, harán de esta labor algo más sencillo de lo que crees.

Mide, establece y modifica los lugares que sean necesarios para tu huerto durante su construcción, siempre pensando en la bienestar de las plantas y de cómo acceder a ellas al regarlas y recoger sus frutos sin que ello signifique una inspección diaria o continua del sitio; puesto que como ya sabemos, son espacios relativamente pequeños para la siembra que requieren de condiciones mínimas para su prosperidad. No obstante, recuerda no desatenderlos por largos períodos de tiempo.

 

Suelo/ sustrato

Sea cual sea el lugar donde decidas ubicar o poner en marcha tu huerto, debes prestar atención al tipo de suelo o sustrato que ahí se encuentra. Algunos que puedes llegar a identificar en tu espacio son: Limosos, arcillosos, arenosos, salinos, de turba, entre otros.

Con relación a esto, asegúrate que sean aptos para las plantas que tienes en mente y para su desarrollo, ya que si siembras los víveres en el sustrato incorrecto, no podrán recibir las vitaminas y minerales necesarios para su crecimiento. Además, esto hará que el promedio de vida de tu cultivo sea menor al esperado. En nuestro apartado dedicado a sustratos, hablaremos a profundidad sobre cada uno de ellos para que tengas una mejor idea sobre ellos y así puedas establecer una planificación acorde a la hora de construir o mejorar tu huerto.

 

Riego

La irrigación o la forma en la que proporciones agua a tus frutas, verduras o legumbres dentro de tu terreno sea, a través de un sistema de riego o por medio de una regadera o roseta común, es de vital importancia. Por ende, si piensas establecer tu huerto casero por primera vez, asegúrate que recibirá la cantidad de líquido vital en su justa medida tomando en cuenta el tipo de plantas así como el sustrato existente en el espacio que empleas para la siembra de las mismas.

Si desarrollar o planificar un sistema de irrigación para tu huerto es complejo para ti o simplemente no está dentro tu presupuesto ya que apenas te inicias en la jardinería o en la horticultura, despreocúpate. Simplemente investiga en libros o en páginas web, las horas, días y estaciones favorables para que tus víveres reciban agua de acuerdo a los frutos que obtendrás de ellos y hazlo con una regadera o manguera común.

Recuerda que si realizas esta actividad de la manera incorrecta, podrías ahogar las plantas o inundar el terreno, por lo que debes tener precaución y elaborar una estrategia que se adapte integralmente para ambos y así evitar este tipo de inconvenientes durante tu cosecha.

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