La diferencia más substancial entre ambas, es que la jardinería miniatura se enfoca más en aspectos ornamentales y contemplativos a través de la composición, fondo, detalle y estilización de los objetos que componen el mismo. En el arte del bonsái, existen significados religiosos y filosóficos de los elementos que componen en jardín, por lo que cada uno es dispuesto con una intencionalidad cosmogónica o que represente un elemento de la naturaleza.
Por otro lado, el uso de cualquier planta en los mini jardines es algo habitual. Si bien, debemos elegir aquella que estéticamente complemente el diseño de nuestro hogar, sea o no de tipo interior, no existen restricciones para seleccionar las mismas. En el caso de la jardinería bonsái, la adquisición de arbustos, árboles, plantas coníferas o trepadoras es lo más frecuente, ya que sus cuidados son más delicados y requieren de mayor pericia durante la poda de los mismos.
Aunado a ello, la ausencia de ornamentos o decoración en la práctica bonsái nos permite diferenciar ambas con mayor facilidad, ya que la contemplación de la planta en sí misma junto a su maceta o vasija es uno de los objetivos que prevalece durante la ejecución de esta actividad. Si bien, el mismo motivo puede ser aplicado en la jardinería miniatura de tipo occidental, generalmente esta suele complementarse con objetos que hagan de su contemplación más detenida, sea que deseemos recrear un micro paisaje, que el espectador se fije en los detalles de composición y fondo, etc.
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