Diseño y conceptos básicos de la jardinería bonsái

Muchas personas que se inician dentro de este arte, piensan que los árboles o arbustos de esta práctica han sido modificados genéticamente para la jardinería, afirmación que es completamente falsa. Estas plantan mantienen su tamaño miniatura gracias a la poda de raíces, tronco y hojas cada cierto tiempo y dependiendo de la especie adquirida.

Cabe destacar que para ello se requiere de cierta habilidad y destreza que solo el ensayo y el error es capaz de ofrecer, puesto que al hacerlo de la forma incorrecta es muy probable que nuestra planta muera en muy poco tiempo.

En este sentido, existen 3 principios a los cuales deben prestárseles atención a la hora de ejecutar la misma:

Conicidad

El árbol o arbusto debe tener una forma más ensanchada en sus raíces que en su tronco.

Triangularidad

Las ramas y hojas deben presentar una composición triangular tanto en conjunto como por separado. En este sentido, sea que se observe de manera frontal, lateral o cenital (desde arriba), la planta debería cumplir con este principio.

Ramificación

Este concepto señala que dos ramas no deben salir del mismo punto. Por otra parte, aquellas que estén más cerca del suelo o maceta, deben ser más gruesas que las que estén más alejadas de la misma. Al mismo tiempo, la distancia entre ellas disminuye a medida que el tronco de planta asciende. Cabe destacar que estas deben situarse en la parte exterior de las curvas del tronco

Con relación a esto, el objetivo en el diseño del bonsái es que el árbol o arbusto aparente mayor vejez de la que tiene, siendo el ápice o atama como se le llama en japonés más chato tal y como lucen aquellos que poseen gran antigüedad. A la par, se busca una exposición radicular o de las raíces en su base, sin embargo, esto puede variar en mayor o medida de acuerdo al estilo bonsái.

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